Today it is 35 years since one of Latin America's best drivers, Mexico's Pedro Rodriguez died at the wheel of a Ferrari 512M in an Interseries Race in Germany.
With his younger brother, Ricardo, the two known in Mexico as the chamacos (the Kids) began driving barely in their teens in the intensely competetive Southern California sportscar scene, and quickly caught the eye of Ferrari distributor Luigi Chinneti, who put them in quality rides that would lead to Europe. Their father was a mysterious figure, attached to more than one Mexican president, who starting out as a motorcycle stunt rider and trainer, became a major PEMEX contractor and owned several auto dealerships, while financing his sons racing careers.
Initially it was Ricardo who got most of the attention and was considered the more talented of the brothers. But Pedro showed plenty of pace and skill, and in one wild day in Havana drove the Cuban crowd to a frenzy as he gave a spirited chase to Stirling Moss - arguably the best driver in the world at the time, finishing second to him in the last Grand Prix of Havana. But it was Ricardo who got the Ferrari Formula 1 ride at age 19, holding records that just recently were broken for scoring points. But, sadly Ricardo died trying to get earn a front-row spot at his home track, at the tender age of 20, and Pedro was left to pick up the pieces.
And as the 1960's rolled on, he became one of the worlds best sportscar drivers - if not the best one at the peak of his powers. Driving Ferrari's and assorted other cars he won many of the top sports car races, including Le Mans and Daytona.
But, it was with the Porsche 917 - one of the most fabulous race cars of all time that he truly became a legend. A true racer, he famously banged wheels against teamate and rival, Seppi Siefert in Belgium, and fought tooth and nail against another sportscar legend, Mark Donahue on the high banked turns of Daytona in the 24 hour classic.
And while it took him a little longer, Pedro became a first-rate Formula One racer, winning his first race in South Africa and the second one in the legendary Spa circuit of Belgium.
It was two performances in the rain that truly cemented his legacy, the first dueling with Jacky Icyx Ferrari in Spa, and then in a downpour in Brand Hatch England, in a drive that veteran mostorposrts writers Eoin Young called the best he has ever seen.
Pedro would race anything on four wheels, even making some NASCAR starts. It was that willingness to race anything, that ultimately may have hastened his end. He went to Germany to drive a Ferrari in a relatively meaningless Interseries race.
From www.reforma.com
Joe Ramirez, Pedro's countryman and master Formula 1 mechanic and team manager, remembers his friend:
Deja Pedro Rodríguez recuerdos vivos
Un choque cortó la carrera en ascenso de uno de los mejores pilotos que ha dado México
Jo Ramírez
Ciudad de México (10 julio 2006).- El 11 de Julio siempre nos traerá el recuerdo de nuestro gran amigo Pedro Rodríguez, y este año se conmemora el 35 aniversario de su muerte en el circuito Norisring, en Nuremberg, Alemania, en una carrera para autos sport que no tenía demasiada importancia; de hecho ni siquiera contaba para el campeonato mundial.
Simplemente a Pedro le había caído la oportunidad de manejar un Ferrari, que le ofreció su amigo Herbert Müller, lo que reflejaba la gran pasión que sentía el piloto mexicano por el automovilismo, ya que siempre tomaba cualquier ocasión de correr autos de carreras en cualquier pista.
Inclusive, aquel fin de semana nos hubiéramos reunido para cenar en mi casa en Maidenhead, cerca de Londres, ya que Pedro y su amiga Glenda tenían poco tiempo de conseguir una casa en Bray, muy próxima a Maidenhead, y quedamos de cambiar la cita para otro fin de semana, día que desgraciadamente nunca más llegó.
Su accidente fue siempre un poco extraño, pues acababa de rebasar a un auto más lento cuando, inexplicablemente, su Ferrari tocó la pared y se incendió.
El auxilio no llegó tan rápido como sucede actualmente, y Pedro murió de múltiples lesiones, además de la falta de oxígeno cuando quedó atrapado en el auto.
Nuevamente me encontré devastado. No sólo había perdido a un gran amigo, sino también México había perdido a un casi seguro campeón mundial.
Pedro había mejorado y madurado en su manejo año con año, se había confirmado como el indiscutible "Rey del agua", pues en la lluvia nadie se le acercaba, no cometía errores y, cuando tenía el auto, siempre estaba entre los primeros.
Tuve el honor y gusto de trabajar con él en autos sport prototipo cuando corríamos el Porsche 917 con el equipo JWA (John Wyer Automotive) y con el patrocinio de Gulf. No sólo ganamos el campeonato sino que nos divertimos mucho haciéndolo.
En su juventud Pedro fue siempre muy reservado e introvertido, pero con el pasar de los años, y la confianza en sí mismo desarrollando su carrera automovilística, recuperó el sentido del humor y siempre era agradable salir con él.
Cuando fuimos a correr en la Targa Florio, antes de las pruebas oficiales tuve la oportunidad de dar una vuelta con Pedro en un Porsche 914, justo cuando comenzaba a familiarizarse con los 72 kilómetros del circuito Siciliano. Hacía casi 10 años que había hecho lo mismo con su hermano Ricardo en un Ferrari GTO.
Al final de la vuelta, Pedro, conociendo la gran amistad que tenía con Ricardo, me preguntó cómo lo comparaba con su hermano, a lo que le contesté, en broma, que en la escala de 1 al 10, ¡le daba 6!
Pedro me respondió eufóricamente: "Bien, así que tengo todavía margen para mejorar".
Aquel año, con los Porsche 917, gracias a Pedro ganamos carreras que las teníamos ya perdidas por problemas mecánicos; pero después de resolverlos nos tocó lluvia en las últimas horas y Pedro recuperaba el tiempo perdido en la pista mojada.
Pedro Rodríguez amaba mucho Inglaterra, a su gente y a su estilo de vida; manejaba un Bentley Continental y usaba una gorra de cazador escocés.
En una ocasión en París, donde él era tremendamente popular, tuve la oportunidad de salir con él y unos amigos a un club nocturno, y Pedro, que siempre fue muy atraído por el sexo opuesto, causó un gran alboroto y pasamos una noche inolvidable que se las dejo a su imaginación, pues no se podría describir en un diario...
Pedro, como versa el dicho, se fue muy joven.
"Los buenos mueren jóvenes", y Pedro era un bueno de verdad.
Jo Ramírez fue coordinador de la escudería McLaren de Fórmula Uno, categoría en la que militó 40 años.
Pedro Rodríguez de la Vega
Fecha de nac: 18/enero/1940
Lugar de nac: Ciudad de México
Fecha de fallecimiento: 11 de julio de 1971
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